Novelas cortas - Biblioteca
biblioteca.org.ar › libros › 131904volver a su casa, y mi tía le ofreció su cuarto -11- y su cama para que descansase; entonces estaba profundamente agradecida a los tiernos cuidados de la joven. Excusado es decir que doña Catalina pensaba renunciar para siempre a su habitación y a su lecho, temiendo el contagio de la enfermedad.